I. LAMENTACIÓN DEL PROFETA, LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO Y ANUNCIO DEL DÍA DEL SEÑOR (1.1–2.2a)
Las langostas arruinan las cosechas
Este es el mensaje que el Señor dirigió a Joel, hijo de Petuel.[a],[b]
Joe 1:2
Oigan[c] bien esto, ancianos,[d]
y todos ustedes, habitantes del país.
¿Han visto ustedes nunca cosa semejante?
¿Se vio nunca cosa igual en tiempos de sus padres?
Joe 1:3
Cuéntenlo a sus hijos,
y que ellos lo cuenten a los suyos,
y estos a los que nazcan después.[e]
Joe 1:4
Todo se lo comieron las langostas:[f]
lo que unas dejaron, otras vinieron y lo devoraron.[g]
Joe 1:5
¡Ustedes, borrachos,[h] despierten!
¡Échense a llorar, bebedores de vino,
porque aun el jugo de la uva les van a quitar!
Joe 1:6
Pues la langosta, como un ejército fuerte y numeroso,[i]
de dientes de león y colmillos de leona,
ha invadido mi país.
Joe 1:7
Ha destruido nuestros viñedos,
ha destrozado nuestras higueras;
las ha pelado por completo,
hasta dejar blancas sus ramas.
Joe 1:8
Como novia que llora y se viste de luto
por la muerte de su prometido,
Joe 1:9
así lloran los sacerdotes
porque en el templo ya no hay cereales ni vino
para las ofrendas del Señor.
Joe 1:10
Los campos están desolados;
las tierras están de luto.
El trigo se ha perdido,
los viñedos se han secado[j]
y los olivos están marchitos.
Joe 1:11
Ustedes, los que trabajan en campos y viñedos,
lloren entristecidos,
pues se echaron a perder las siembras
y las cosechas de trigo y de cebada.
Joe 1:12
Se han secado los viñedos
y se han perdido las higueras.
Secos quedaron también
los granados, las palmeras, los manzanos
y todos los árboles del campo.
¡Así se ha perdido la alegría de toda la gente!
Joe 1:13
Ustedes, sacerdotes, ministros del altar,
vístanse de ropas ásperas[k] y lloren de dolor,
porque en el templo de su Dios
ya no hay cereales ni vino para las ofrendas.[l]
Joe 1:14
Convoquen al pueblo y proclamen ayuno;[m]
junten en el templo del Señor su Dios
a los ancianos y a todos los habitantes del país,
e invoquen al Señor.[n]
Joe 1:15
¡Ay, se acerca el día del Señor![ñ]
¡Día terrible, que nos trae destrucción
de parte del Todopoderoso![o]
Joe 1:16
Ante nuestros ojos nos quitaron la comida,
y se acabó la alegría en el templo de nuestro Dios.
Joe 1:17
La semilla murió en el surco,
el trigo se ha perdido
y los graneros están en ruinas.
Joe 1:18
¡Cómo muge el ganado!
En vano buscan pasto las vacas;
los rebaños de ovejas se están muriendo.
Joe 1:19
¡A ti clamo, Señor,
pues el fuego ha quemado
la hierba del desierto y los árboles del campo!
Joe 1:20
¡Aun los animales salvajes claman a ti,
porque se han secado los arroyos
y el fuego quema los pastizales!
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